Mi pasado es solo una manifestación del mundo y la naturaleza,
LO DEJO IR. Mi presente es la cristalización de todos mis karmas pasados, LO ACEPTO Y SIGO PRACTICANDO. Mi futuro será el resultado de los karmas que acontezcan hoy, SE LO OFREZCO A DIOS.
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Oh Ishvara, mi luz creadora, mi luz divina
tu misterio mas temido es la muerte, yo mejor te tomo y te abrazo en vida. Te adulan y te maldicen llamándote suerte, yo te llamo consciencia y acepto tu guía. El que odia, el que llora no puede verte, yo sufro la noche, pero se que llegara el día. Te ofenden pidiendo oro, pidiendo ser fuertes. yo mejor reparto tus dones a quien me los pida. Namaste. Tengo dos buenas razones para elegir este tema como el inicial de esta serie de pláticas. La primera es que considero que vale la pena hablar de otros temas además de asana, la mayor parte de yoga sucede afuera del tapete. La segunda razón es la relevancia del tema, este concepto de KARMA es la base de la filosofía yóguica, quizá solo hasta que lo entendemos es que tenemos una de esas revelaciones que nos reafirman por qué practicamos yoga y nos inspiran a seguir. Si hiciéramos una encuesta a personas al azar (yogis y no yogis) sobre lo que entienden por la palabra KARMA, quizá el 90% nos dirán que son las consecuencias de las cosas que hacemos. La visión más común que la gente tiene sobre el karma es la de un premio o un castigo del universo a nuestras buenas y malas acciones, “fue el karma” decimos siempre que nos referimos a un malvado en apuros. Esta definición por poética que sea no es muy acertada, es solo una traducción a nuestro marco conceptual Judeo-Cristiano (con su bien y con su mal) y occidental (con su utilitarismo, sus pérdidas y ganancias, sus premios y castigos). La palabra KARMA viene del Sanscrito y significa ACCIÓN, o TRABAJO. Esta es la primera distinción que tenemos que hacer, KARMA es la acción, no el resultado. Bajo esta definición KARMA es todo lo que hacemos y también todo lo que no hacemos (por que “no hacer nada” también es una acción), y cuando decimos “todo lo que hacemos”, no solo incluye las cosas que hacemos en sociedad que pueden tener efectos sobre otros, no solo las cosas visibles, no solo las cosas que tienen una expresión física; un pensamiento (por más irrelevante o efímero que sea) es karma, cualquier cosa que vemos, escuchamos u olemos (aún cuando no tengamos intención de hacerlo) es karma. La definición más completa sería: Todo aquello que entra a través de los órganos sensoriales (ojos, oídos, nariz, lengua, piel) o sale a través de los órganos de acción (pies, manos, boca, recto, genitales) es karma. La segunda distinción que habremos de hacer contra el concepto occidentalizado es que, aun cuando todo karma (causa) siempre va a tener un efecto, las líneas de la causalidad no son tan claras o directas como imaginamos. La moral occidental, pavloviana como es, espera que cada acto tenga un premio (o castigo) claramente identificable, perfectamente equivalente en valor y de aplicación inmediata. Si alguna vez te has topado con un tipo que es un tremendo cretino y aun así parece ser bastante exitoso en todo, entonces sabrás que él universo no opera así, incluso dirás que es injusto, pensarás lo mismo cada vez que te pasa algo desagradable, dirás “¿Por qué a mí?”. En realidad, no es que el mundo sea injusto, es que tu no entiendes las leyes del karma. Antes de hablar de las leyes del karma, debemos iniciar por comprender como funciona nuestra mente, en este caso para ejemplificarlo haré una analogía con algo que seguro que sí entiendes, una computadora. Esta computadora super poderosa, está equipada con un software llamado “GUIA DEFINITIVA PARA SABER QUE HACER Y QUE NO”, sus objetivos son decirte: 1) Que acciones evitar, esto será todo aquello que cause sufrimiento o dolor (en la mente el sufrimiento, ya sea este físico o emocional, es asociado la probabilidad de morir). 2) Que acciones repetir, todas aquellas que sean sensorialmente placenteras (cuando hay placer no hay sufrimiento, uno borra al otro). Funciona con el mismo flujo que cualquier otra APP: INPUT (información) –> PROCESAMIENTO (operaciones) –> OUTPUT (resultado) 1.INPUT: Cada vez que se realiza una acción (karma) la mente recolectará toda la información de los órganos sensoriales, les preguntará ¿se sintió bonito o feo? ¿mucho o poquito? En ese momento se graba el karma que se realizó con una calificación que indica que tan placentero o desagradable fue. 2.PROCESAMIENTO: La mente está permanentemente identificando la posibilidad de que un karma que ya ha sucedido antes se repita, cada que una nueva posibilidad de acción se genere preguntará ¿tenemos información sobre este karma? ¿tenemos información sobre alguno similar?, cuando la respuesta sea sí accesará los registros y encontrará la calificación sobre dicho karma. 3.OUTPUT: La mente generará un aviso al cuerpo para que realice una de dos cosas, repetir el karma o evitarlo. Estos avisos serán tan sutiles o tan violentos como la calificación del karma sea, para un nivel de placer moderado como comprar un helado de vainilla el aviso probablemente será hacer “que se te haga agua la boca”, pero para un karma de sufrimiento elevado, digamos que el piquete de una araña, el aviso será que empezarás a dar manotazos y correr antes de darte cuenta de que bicho es el que te camina por el brazo. Si pudiéramos poner en palabras estos avisos o recomendaciones algunos sonarían así: “Aguas…viene carro...¡súbete! “, “Algo se movió en la hierba, podría ser una vibora… ¡Vamonos!”, “Si, los tacos de Don Perro están buenos, pero acuérdate de la diarrea… ¡No comas eso!”. Otros sonarían así: “Te noto aburrida guapa, en el refri hay helado… ¿vamos por un poco?”, “Ahí viene ese pendejo de Javier… ¡Voltéate antes de que te salude!”, “Solo queda un pedazo de pizza… ¡chíngatelo antes de que alguien más lo haga!”, “Hoy tu platica está de hueva güey… tomate otra chela y a ver si te relajas un poco”, “El día está nubladito… ¿Un Starbucks?, “Otra vez te peleaste con ella… ¿Sabes quien no la hace de pedo nunca?...el YOUPORN”, “El día esta de hueva… ¿y si en vez de ir a Yoga jugamos Fortnite?. Como puedes ver, esta APP por un lado nos mantiene vivos, pero por otro nos arrastra a impulsos como el DESEO y la AVERSIÓN, ambas actitudes que según todas las filosofías orientales son el enemigo a vencer en nuestro camino a la liberación. Regresando al concepto de KARMA y como se relaciona con la mente, podemos concluir que ambos están en un ciclo sin fin, se genera karma, se procesa, se repite, y el ciclo vuelve a empezar. El resultado de este ciclo es lo que llamamos “patrones de conducta”, todo eso que haces todos los días en automático sin meditarlo demasiado. Quizá sea bueno empezar a cuestionarnos con que tipo de karma estamos auto-programándonos. La descripción que he hecho al momento está intencionalmente simplificada para que hasta los más “dummies” puedan entender el concepto, ahora lo que toca decir es que el procesamiento mental del karma no es siempre tan sencillo como el ejemplo del helado, la complejidad de las ecuaciones sube por la cantidad de karma que generamos. Trata en alguna ocasión de contar todos los estímulos sensoriales que recibes durante una hora, o trata de registrar la cantidad de pensamientos que llegan a tu mente por tan solo cinco minutos. Ahora por un minuto trata de imaginar esto… cada estímulo sensorial, cada pensamiento que pasa por tu cabeza, cada cosa que haces por pequeña que sea, genera un registro en la mente, estos registros una vez procesados como información para toma de decisiones van a generar más acciones, más pensamientos, más estímulos, estas nuevas acciones nuevamente se procesarán como información y generarán nuevas, y esto continúa así en un ciclo sin fin (hasta que morimos)… en resumen, generamos montones de karma por que un solo karma puede generar a futuro miles de karmas nuevos. Swami Vivekananda en su libro KARMA YOGA, compara el karma con el océano, cuando vemos o escuchamos el océano, regularmente escuchamos y vemos las grandes olas que rompen en la orilla, pero si somos buenos observadores sabemos que esas olas están compuestas de otras muchas olas más pequeñas, y si todavía siguiéramos con esta meditación llegaríamos a la conclusión de que esas pequeñas olas están compuestas por millones de pequeñas gotas de agua; con este ejemplo podemos entender el karma, el gran océano eres tú, las grandes olas son las cosas que definen tu identidad ante el mundo (la profesión que elegiste, los amigos de los que te rodeas, la religión o filosofía que prácticas, tu orientación sexual, tu elección de pareja, etc.), pero no podemos olvidarnos de que cada una de esas grandes “decisiones de vida” provienen de todas esas gotitas que son los miles de pequeños karmas que pasan por ti todos los días, todo lo que has visto, oído, pensado, sentido y hecho en tu vida te ha llevado a tomar esas decisiones. Para ser más claro… tu no has decidido libremente ninguna de esas grandes cosas que componen tu identidad (aunque te guste pensar que sí), tus karmas del pasado lo han hecho por ti, pequeñas decisiones como “ver T.V. o no”, “ir a la práctica de yoga o no”, “acostarte con esa persona o no”, “levantarte o dormir 5 minutos más”, “comerte o no ese último pedazo de pastel”, “empezar esa conversación con esa chica o con ese chico”, son las decisiones que realmente te han convertido en quien eres hoy, las cuales han formado tu carácter, tu idiosincrasia, las que han determinado la forma en que esta tu cuerpo hoy, las responsables de tu actual estado de salud y situación económica.
Cuando platico de este tema me gusta poner un ejemplo práctico, te contaré sobre mi amigo Manuel. Many, como le decimos, es un hombre de 29 años, casado desde hace un par de años con Mónica, el trabaja para una gran empresa en el área de mercadotecnia, ella inició su propio negocio, una pequeña tienda de cupcakes, hace un año. El trabajo de Manuel implica un alto nivel de responsabilidad, de tal suerte que goza de un buen salario y prestaciones, en su visión a 5 años el se imagina ya en un puesto directivo, viviendo en una casa más grande y quizá ya con un bebé en casa. Many trabaja bastantes horas al día, casi a diario llega pasadas las 8 pm después de pasar una hora en el tráfico. Últimamente no se ha sentido muy activo después de llegar a casa, lo único que quiere es llegar a acostarse en su sillón favorito a ver televisión (series en Netflix), cada día dedica entre dos y tres horas a esta actividad, esto tiene ya algunos meses sucediendo. Un día mientras está viendo Game of Thrones, se da cuenta de que tiene algo de hambre, así que pide pizza y disfruta bastante más su programa (Netflix y pizza, están hechos el uno para el otro), la experiencia fue tan buena que empieza a repetir esta acción una vez a la semana. Pasan unas cuantas semanas y Many empieza a sentir hambre otros días de la semana, especialmente cuando más estresado llega del trabajo, cuando esto sucede empieza a acompañar su programa a veces con algún cupcake (de la tienda de Mónica), a veces con papitas bañadas en salsa valentina, a veces con una sopa Maruchan’s, mientras pasan los meses esta práctica empieza a hacerse más recurrente y los antojos empiezan a convertirse en cosas más sustanciosas, a veces pide hamburguesas o tacos por UBER EATS . Un par de meses después en un “jueves de taquitos” Many se encuentra en el refrigerador un par de cervezas, habían sobrado de la reunión del fin de semana pasado, ese día había tenido un día especialmente pesado y necesitaba desestresarse más de lo habitual, así que sin pensarlo demasiado se abre una y se va al sillón con los tacos en una mano y la cerveza en la otra, eso se sintió muy bien desde el primer trago, tanto que decidió ver un capítulo más de lo habitual mientras degustaba la otra cerveza que quedaba en el refri… podría continuar con esta historia por hojas y hojas y nunca terminaría, así como el karma de Manuel nunca termina, mejor les mostraré un cuadro resumen ultra-simplificado de algunos de los karmas que se siguieron presentando en los siguientes meses y años. Esto no es una dramatización, esta es una secuencia de acciones bastante común, casi todos hemos sido Manuel en alguna fase de nuestras vidas. Aclaro que toda esa cadena de karma no sucede de la noche a la mañana, el karma toma tiempo en reafirmarse y generar sus ramificaciones, quizá a Manuel le tomo meses o hasta años llegar a las últimas acciones del cuadro, EL KARMA ES LENTO PERO SEGURO. Para cerrar me gustaría destacar las tres principales enseñanzas que nos deja Manuel y su cadena de karma:
Este ejemplo me deja sin mucho más que agregar. Solo te diré que el día en que empieces a ver la vida en términos del karma que generas, dejarás finalmente de preguntar ¿Por qué a mí? cada vez que algo desagradable pasa, en lugar de eso empezarías a poner algo de buen karma en movimiento (ojo: cuando digo “bueno” no lo digo en términos morales sino en términos de beneficio, me refiero a un karma beneficioso para ti). Todos quieren cambiar algo en sus vidas, pero fallan todos los días miserablemente, la razón es porque siempre están tratando de cambiar las grandes cosas como “ponerse en forma”, “conseguir pareja”, “tener un mejor trabajo”, “tener mayor calidad de vida” …. “Ser felices”, esas cosas no se pueden cambiar así nada más, todas dependen de un montón de karmas más chiquitos y sencillos que hay que poner en práctica antes. Cosas como “dejar de ver TV” o “dormirse temprano” son en las que tienes mayores probabilidades de tener éxito, logra esas y en un par de años verás como te acercas a los grandes cambios que alguna vez soñaste. “YOGA ES EL PROCESO DE SUSTITUIR ANTIGUOS PATRONES DE COMPORTAMIENTO POR OTROS MÁS APROPIADOS” SHRI T KRISHNAMACHARYA Namaste, Bhanu K.N. |
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Agosto 2023
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