Este artículo lo escribo en medio de la crisis del COVID-19 en 2020, cuando la población del mundo se encuentra aterrorizada con la posibilidad de enfermar. Espero que este artículo traiga luz para que todo aquel que lo lea esté mejor preparado para cualquier riesgo futuro que ponga en peligro su salud. Como ya expliqué en mi artículo anterior “PRÁCTICA DE ASANAS, ANTESALA DEL YOGA”, la práctica de asanas es la preparación física que se requiere previo a ejecutar las técnicas más avanzadas de Yoga, en otras palabras, debemos cultivar un cuerpo perfectamente sano si queremos algún día llegar a la meditación. Las premisas que lo explican son sencillas, si el cuerpo físico no está sano tenderá constantemente a perturbar la mente con sus carencias y dolencias, como consecuencia a esta le será imposible vaciarse para alcanzar la meditación. En este artículo platicaré un poco más a detalle sobre que significa tener un CUERPO SANO y como la práctica de yoga es una gran ayuda para conseguirlo. En nuestra cultura occidental tendemos a pensar en la salud como un antónimo de la palabra enfermedad, cuando le damos este significado entonces solo pensaremos en nuestra salud cuando ya existe un padecimiento con síntomas externos, esto es cuando ya la perdimos y necesitamos recuperarla; la medicina moderna nos ha hecho perezosos y dependientes de ella, y si bien cualquier tratamiento tendrá efectos benéficos, estos serán temporales y tendrá también a cambio algunos adversos. Para Yoga la palabra va mucho más allá, y significa funcionamiento perfecto del cuerpo físico, esto es que todos sus sistemas funcionen tan eficiente y armoniosamente que la mente olvide los temores que le generan apego al cuerpo (temor a la enfermedad, al dolor y a la muerte), solo entonces el plano físico puede ser trascendido y es posible acceder a estados profundos de meditación. En resumen, mientras que con la medicina se busca como curar enfermedades, Yoga busca lograr un cuerpo que no enferme. TODO EMPIEZA Y TERMINA EN EL SISTEMA RESPIRATORIO Antes de explicar cómo Yoga permite llegar a ese cuerpo que no enferma, debemos entender el funcionamiento de este, y para explicarlo iniciaré diciéndote algo que seguramente nunca has leído o escuchado a menos que seas un experto en física cuántica: La función de tu cuerpo físico dentro del universo es la de transformar oxígeno en bióxido de carbono… ¡TU TRABAJO PARA EL UNIVERSO ES RESPIRAR!. A nivel físico todos los seres vivos tienen una sola finalidad: la de transformar energía, los cuerpos son máquinas transmutadoras que se alimentan de ciertos elementos del ambiente y que al procesarlos y desecharlos los convierten en otros con composiciones distintas, la suma de estos intercambios energéticos para todos los entes vivos es lo que conocemos como UNIVERSO. En la inhalación el universo te da oxígeno para que sigas vivo, en la exhalación das bióxido de carbono al universo para que otras formas de vida lo utilicen como energía. En tu respiración esta la clave para entender la vida y la creación, también en ella está la llave para esa conexión que tanto buscas. Si quieres entender tu salud, debes entender que la primera clave está en tu sistema respiratorio, ya que todos los demás sistemas están conectados con este, dependen de él y trabajan para él. LA SALUD ESTÁ EN LLEVAR LA ENERGÍA VITAL A TODO EL CUERPO Lo primero que hay que entender es que las enfermedades son bloqueos energéticos, esto significa que el oxígeno (tu fuente de energía) no llega en cantidad suficiente a algún órgano del cuerpo y como consecuencia este se deteriora y deja funcionar óptimamente. En contraposición, salud significa un flujo de oxigeno constante y eficiente a cada rincón del cuerpo. ASANA ES LA CIENCIA DE EXPONENCIAR EL FLUJO DE ENERGÍA Una práctica de Asanas bien diseñada y ejecutada logrará dos cosas:
Si solo haces series de respiración mientras estás sentado (Pranayama, meditación, Kundalini Yoga) ciertamente tendrás un gran incremento de la oxigenación cerebral (el cerebro es el primer órgano que prioriza el cuerpo en la repartición de oxigeno), pero este beneficio no será para todos los órganos del cuerpo ya que desde una sola postura estática el flujo sanguíneo no será uniforme, se requieren distintas posiciones y movimientos para ir llevando la energía a lugares distintos. Si haces una práctica de posturas sin aplicar la respiración yógica (como sucede en la mayor parte de las clases de yoga moderno) será un buen ejercicio para tu corazón, ganarás flexibilidad y fuerza, pero no habrá un cambio exponencial en los niveles de oxigenación, ya que tu cuerpo jalará solo el oxígeno mínimo necesario para el trabajo que se está realizando, esto lo notarás porque sentirás sofocamiento durante el ejercicio y cansancio al terminar. La manera de saber que tu práctica de asanas estuvo bien hecha, es que al finalizar te sentirás con un exceso de energía, tu mente será luminosa y todo a tu alrededor se moverá lento y en calma. SÍNTOMAS DE QUE LA PRÁCTICA HA MEJORADO TU SALUD Si prácticas lo suficiente, en algún momento empezarás a descubrir nuevas cosas en ti:
LA SALUD ES UNA CIENCIA DE HÁBITOS En la filosofía yógica se dice que el cuerpo que hoy tienes, incluyendo sus disfunciones, es resultado de tu KARMA (todas tus acciones pasadas) tanto esta vida como de las anteriores, incluso también del karma de tus antepasados. Seguramente cuando leíste la palabra karma se te vino a la mente alguna frase como “¡Las enfermedades son un castigo divino!”, no va por ahí la cosa, para fines prácticos en esta ocasión simplificaremos el concepto de KARMA y te diré que son tus HÁBITOS, de tal forma que tu estado de salud actual es resultado primordialmente de tus hábitos y en una menor medida de los hábitos que tuvieron tus padres antes de concebirte (enfermedades congénitas o hereditarias). La razón por la que utilizo el término "HÁBITOS" y no “ACCIONES PASADAS” para describir las razones de la buena o mala salud actual es que hay muy pocas acciones aisladas tan potentes para ocasionar un gran cambio, regularmente las modificaciones en el cuerpo toman mucho tiempo en suceder (tanto las buenas como las malas). Si quieres generar transformaciones en tu cuerpo deberás considerar que para que cualquier acción empiece a fructificar deberás sostenerla por al menos un año, y que si quieres llegar a vivir el máximo potencial de esa transformación deberás mantenerla por al menos cinco años. Para lograr una salud de acero deberás ir poco a poco sistematizando y sumando pequeños hábitos, entendiendo como hábito como ALGO QUE SUCEDE TODOS LOS DÍAS. Ponerse en una dieta extrema dos semanas y luego regresar a comer desordenadamente no tiene impacto en la salud, tampoco hacer ejercicio desaforadamente una vez cada dos semanas. La salud, así como todas las cosas importantes de la vida, se construyen primero con frecuencia y después con intensidad, empieza por una acción pequeña (practica Asanas) y realízala lo más seguido que puedas, una vez que tu frecuencia es alta empieza a subir la dosis, esta pequeña acción te llevará sin pensarlo a otras más luminosas cada vez, incorpóralas poco a poco también en una frecuencia… la acumulación y exponenciación de todas estas acciones se traducirá en abundancia, amor, SALUD, o lo que tú quieras. Si aprendes a generar CICLOS VIRTUOSOS tu camino siempre estará lleno de luz y cualquier cosa que emprendas fructificará. LOS BUENOS HÁBITOS DE VIDA QUE ACOMPAÑAN A LA PRÁCTICA DE YOGA
En la tradición hindú existe una ciencia hermana de Yoga, llamada Ayurveda, que se puede traducir como la ciencia de la vida o la ciencia de la salud. Para ilustrar la íntima relación de ambas te platicaré que, a pesar de haber sido escritos con varios siglos de diferencia, el primer tratado sobre Ayurveda y el primer libro de Yoga (YOGA SUTRAS) se atribuyen al mismo autor, Patanjali, de quien se dice que tuvo tres encarnaciones humanas y en cada una dejó un libro sagrado, en la primera escribió un tratado sobre el lenguaje sanscrito, en la segunda sobre Ayurveda y en la tercera escribió los Yoga Sutras. A pesar de que los tres textos son complementarios, esta relación es muy evidente entre AYUDVEDA y YOGA, Ayurveda como la ciencia del cuerpo y Yoga como la ciencia de la mente. La búsqueda de Ayurveda es alcanzar el balance de todas las funciones corporales mediante la modificación de los hábitos de vida, esto partiendo de la premisa de que cada persona tiene desbalances atribuibles a su estilo de vida y temperamento que le ocasionan problemas de salud. Te daré ahora un resumen de buenos hábitos que llevo años aplicando en mi vida diaria y me han ayudado a forjar una salud de acero: 1. Hábitos alimenticios:
2. Hábitos de sueño:
3. Hábitos de ejercicio:
Como ya lo he mencionado, la salud perfecta es un pre-requisito para llegar a la meditación, si tu objetivo es avanzar en la práctica de Yoga, inicia practicando asanas y combínalo con algunos buenos hábitos alimenticios y de sueño, verás que a la vuelta de un año serás una persona nueva. Namaste, Bhanu K.N.
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Agosto 2023
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